Padres instalan GPS en teléfonos de sus hijos

La preocupación de los padres por saber dónde y qué hace su hijo se acrecienta a medida que estos alcanzan la adolescencia. Los chicos y chicas que entran en esta difícil etapa experimentan grandes cambios y se exponen a numerosas situaciones que pueden resultar peligrosas para ellos. Como apunta el Nuevo Diario Web, cada vez  son más los progenitores que recurren a las nuevas tecnologías para saber más acerca de su pequeño y es frecuente encontrar a padres hablando con sus hijos mediante servicios de mensajería instantánea o haciendo uso de aplicaciones que ayuden a localizar a los que más tiempo pasan fuera de casa. La más estendida actualmente entre los responsables de los menores es sin duda el GPS. Aunque el arma más recia para luchar contra la problemática adolescente siempre será la educación y la confianza, en ocasiones se torna complicado depositar ambas en el joven a nuestro cargo y es necesario un extra para estar calmados.

GPS: un potente aliado

Padres de todo el mundo han descubierto una nueva forma de localizar a sus hijos que resta angustia y aporta discreción. Esta determinante herramienta se llama GPS, un dispositivo que permite localizar cualquier terminal móvil en tiempo real triangulando su posición con un diminuto margen de error. Hoy en día lo llevan incorporado casi todos los teléfonos inteligentes del mercado. Tan solo es necesario incorporar una clave de acceso y podrán saber dónde se encuentra su hijo en ese preciso momento. Aquellos aparatos que no tengan el Sistema de Posicionamiento Global incorporado permiten descargar aplicaciones que hagan las mismas aportando seguridad y tranquilidad a los angustiados progenitores.

Razones y controversia frente al uso del GPS

 

La utilidad del sistema es innegable, por ello es usada en aviación y transporte de mercancías, pero tratándose de personas la cosa se pone un poco más complicada. Naturalmente que el GPS confiere a los padres seguridad pero también control, y hablando de adolescencia esto puede crear un conflicto. Los chavales necesitan que la libertad y la confianza en ellos aumente mientras que los progenitores quieren seguir manteniendo esas autoridad y mando frente a los más jóvenes. Por ello en ocasiones los adultos recurren a colocar la clave al GPS de sus descendientes a espaldas de los mismos. En ocasiones, cuando las pubescentes víctimas lo descubren reaccionan de forma negativa y otras con total comprensión y empatía, pues saben que sus ancestros no desean ningún mal para ellos y las razones de recurrir a las nuevas tecnologías son ajenas al mozo. Y es que la población juvenil está muy expuesta a situaciones de alto riesgo. Además, si añadimos el aumento de horas de los referentes paternos fuera del hogar por causas de trabajo, el cóctel puede ser explosivo. Asimismo, cada vez más se crean accesos cada vez más directos a drogas, violencia y malos hábitos, y el GPS si bien no lo evita por lo menos aporta información acerca del paradero de los chicos brindando la posibilidad de recogerlos del lugar y alejarlos del peligro.

Alternativas al GPS

La misma noticia del diario anuncia diferentes alternativas para aquellos terminales que no dispongan del GPS incorporado de serie. Siempre existe la posibilidad de descargar aplicaciones que realicen las mismas funciones que el Sistema de Posicionamiento Global, así como diversos navegadores que permiten localizar mi terminal a través de otro dispositivo. Algunas de ellas, como Busca mi Iphone para dispositivos de Apple o una cuenta de iCloud.com, pueden ser grandes socios de los padres más asustadizos. Ambas requerirían la utilización del paquete de datos de la compañía del terminal, pero si no disponemos de conexión a internet en nuestro teléfono podemos instalar Maps.Me, sin importar si utilizamos el sistema Android o Apple.

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