Investigación del móvil de Diana

La investigación en el caso Diana Quer continúa, y los avances se suceden. ABC informa de que recientemente se ha hallado el móvil de la joven de Pozuelo. El hecho ha tenido lugar en los aledaños del puerto de Tarragoña, población muy cercana a A Pobra do Caramiñal. Del dispositivo, tras un proceso de desalinización y secado, podrán ser extraídos el 100% de los contenido. Tal como apunta Huffington Post en su web, la investigación apunta a un tercer sospechoso. Al menos uno de los vinculados en la desaparición tiene un historial de detenciones por delitos de tráfico de drogas. Los agentes han centrado ahora su ojo en varias fábricas abandonadas próximas al muelle de Tarragoña. Así lo ha constatado el periódico La Voz de Galicia en su plataforma online. La Guardia Civil busca indicios y pruebas en toda la zona que arrojen luz que desvele que ocurrió aquella madrugada.

Una aparición reveladora

Aunque continúa buscando nuevas pruebas en el municipio de Barbanza, la investigación se centra ahora en el móvil de Diana. Los

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chips serán montados de nuevo sobre una placa virgen. Con ello  se puede saber si el móvil se apagó o la desconexión fue forzada. Se ha confirmado que el dispositivo no fue destrozado antes de lanzarlo. Todavía existen dudas sobre relativa a desde dónde fue arrojado al mar. Pudo ser desde el puente entre A Pobra y Tarragoña, o desde el muelle de esta última localidad. Lo más probable es que fuera desde esta segunda localización, ya que se encontró a 30 metros de la orilla. La aparición del smartphone asegura líneas de trabajo más potentes para los investigadores. Es casi seguro que Diana se subió a un coche en torno a las 2:40 con dirección cercana a Tarragoña. Así lo confirmaba el GPS, perdido una hora más tarde.

Segunda línea de investigación

Paralelamente al estudio del dispositivo móvil, la investigación busca nuevas pruebas. Las pesquisas se han centrado en el que parece el epicentro: Tarragoña. En el muelle de la localidad es donde aseguran dos testigos haber visto a la madrileña acompañada de tres hombres. Posteriormente se les uniría un cuarto, con el que se quedó a solas aquel 22 de Agosto. Pero el resto de la comarca coruñesa sigue siendo un posible escenario. Por ello, algunos de los rastreos se están llevando a cabo en fábricas abandonadas. El objetivo de estos rastreos es encontrar cualquier elemento relacionado con la desaparición de Diana. Uno de los enclaves en el punto de mira se localiza en Boiro. Se trata de un inmueble dedicado a la fabricación de cerámica hace años y que actualmente en desuso. Las pesquisas tendrán lugar de manera reiterada, escudriñando cada rincón en busca de un atisbo de esperanza.

No parece una fuga voluntaria

Los avances en el caso han declinado la idea de una fuga voluntaria por parte de la joven de Pozuelo. Todos los esfuerzos van dirigidos a descubrir quiénes acompañaron a la chica tras abandonar las fiestas del pueblo. Testigos afirmaron haber visto a una joven parecida a Diana bajándose de un vehículo en el puerto de Tarragoña. Después, se montaba en otro automóvil con un hombre “con mala pinta”. Esto ocurría un mes después del arranque de la investigación. Sin embargo, no pudo concretarse que se tratara de ella, ni la marca de los coches. La última declaración fiable sitúa a la joven a la salida de A Pobra. Se disponía camino a su casa sobre las 2:30. En ese momento solamente llevaba encima 20 euros y la llaves de casa. Ni DNI ni tarjetas de crédito, por lo que descartan un plan premeditado por parte de la muchacha.

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